10 de octubre de 2018

Lago de Reflexiones #DespixelaLaPobreza


Navegando por Twitter me encontré un hilo en el que la periodista Alba Carreres (@AlbaCarreres) de Vice Spain (@VICEspain) contaba una anécdota personal:

"Hoy en la frutería donde suelo comprar había una chica más joven que yo pidiendo fruta pocha para hacer una papilla para su bebé. Realmente no le han dado casi nada y me he sentido fatal. Si supiera la cantidad de papillas que tengo que acabar tirando porque a mi hijo no le da la gana de comer...
Me ha sorprendido porque la niña apenas tenía 3 meses y ya le daba puré, como se hacía antes. Después he recordado lo cara que es la leche para lactantes y está claro que en parte es para fomentar la lactancia materna. ¿Pero qué pasa con aquellas mujeres que en seguida se quedan sin leche y no pueden permitir pagarla?
Me gustaría que mi hijo fuera consciente de lo afortunado que es y que en vez de escupir la papilla se la tome de buen gusto sin que tengamos que despilfarrar (aunque últimamente suelo congelar los potitos que le hago)"

Y recordé la campaña de EAPN España (@EAPNes) #DespixelaLaPobreza, desde la que se invita a personas particulares y a Medios de Comunicación a hablar de ello y transmitir la experiencia, visibilizarlo y tratar de erradicar la aporofobia social hacia las personas pobres y en situación de Exclusión Social.

Como persona que hace años que vive la Exclusión Social en sus carnes y que ha dedicado, no obstante, gran parte de su tiempo a hacer voluntariado en @CruzVermella y a colaborar en @ecosdosur, creo que puedo dar un gran testimonio de lo que es la pobreza para mí, y de lo que he llegado a ver en pisos de acogida y albergues de transeúntes, roperos benéficos y comedores sociales, como los que tiene la Real Institución Benéfico-Social Padre Rubinos (@IBSPadreRubinos) en Coruña.



Retomando la experiencia vivida y narrada por la periodista Alba Carrerres he de decir que alguna vez he escuchado en las colas y pasillos de Padre Rubinos frases bárbaras, entre personas de la misma condición social, como: "si no lo pueden mantener para qué tienen hijos" o "cualquier tonto sin preservativo puede tener un hijo". Refiriéndose a madres que tenían a su descendencia en el Hogar Infantil Emilio Romay “Casa Cuna” de Coruña.



Y la verdad es que sentirse plenamente capaz y deseosa de tener un hijo pero informarte sobre los requisitos de adopción y saber que no teniendo un salario superior a unos 1.400€/mes es imposible, da mucho que pensar. Y esta es la cantidad mínima que he calculado yo, que percibo la Renta de Integración Social de Galicia (RISGA), y pago 250€ de alquiler. Un precio que es realmente bueno tal como se está poniendo el mercado de los alquileres, donde entre seguros de impago y avalistas hay una gran cantidad de personas con ayudas sociales, que teniendo el dinero en mano, e incluso garantizado y respaldado por las Administraciones Públicas, o por una ONG, ver imposibilitado su acceso a la vivienda (una necesidad básica y elemental, no como decía Abraham Maslow en 1943, necesidad secundaria).

Pobreza es no tener acceso a cubrir esas necesidades básicas y elementales que tanto Maslow, como Richar Kalish, Virginia Henderson, Max Neef, etc. han determinado como parte del proceso de desarrollo e interacción social de la persona, siendo para mí todas ellas muy discutibles.

Beni Lago Fernández

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