Hoy, 23 de septiembre, se celebra el Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas. Hemos querido salirnos de las frías estadísticas y abordar el lado humano del asunto desde la perspectiva, también, profesional. Así, compartimos con vosotros/as esta entrevista que hemos realizado a uno de los/as muchos/as técnicos/as que incluso arriesgan su integridad física para detectar estas situaciones y ayudar a las víctimas.
Bajo el anonimato que lo protege, su testimonio es claro y revelador acerca de los obstáculos que se imponen a su trabajo: "La permanente percepción de vulnerabilidad, y la falta de referencias externas contrastadas por parte de las víctimas, hacen que vivan en una permanente sensación de indefensión y de pérdida de control de sus vidas", explica el técnico.
"De igual manera que se puede
afirmar que el espectro de situaciones en las que se encuentran las víctimas de
trata es diverso, tampoco se puede plantear un único enfoque que se pueda
aplicar para ayudar a la víctima a tomar conciencia y, en consecuencia, a ser
liberada de esta situación. Es cierto que tanto los
indicadores, las pistas e indicios de la situación de trata están
identificados, así como los procedimientos de las redes criminales para
conservar y retener a las víctimas (coacción, miedo, engaño, dependencia,
agresión, anulación, etc., ). Sin embargo, los itinerarios de salida de esta
situación han de ser siempre individualizados, ya que las
circunstancias familiares, personales, sanitarias, afectivas, económicas, etc.,
son siempre diferentes", relata.
"El contacto y el acceso a las
posibles víctimas no siempre son fáciles. Entre las barreras que encuentran los/as agentes de ayuda están, en primer lugar, el impedimento
físico, es decir, no permitir el acceso al local, o permitirlo en situaciones
en las que es prácticamente imposible la intervención: horarios, espacio de
intervención poco apropiado, accesibilidad limitada a las personas, privacidad
inexistente, o también la rotación permanente de las personas en los distintos
locales".
En segundo lugar, están "todas
las acciones para disuadir a las víctimas del acceso a los agentes de ayuda, la
más frecuente es la generación de desconfianza y la descalificación de los
profesionales de la intervención social, con falsos testimonios sobre su
complicidad con los servicios de extranjería". En tercer lugar, está la
propia oferta de servicios “de garantía” de los que disponen las redes de
trata, que pueden ser similares a los que ofrecen los/as agentes de ayuda:
Médicos, abogados, asesores.
Finalmente, y acerca de la sensibilización sobre la
condición de víctima y la toma de conciencia sobre la misma, este especialista considera que "es uno de los
procesos más complejos, sin el cual no se puede avanzar hacia la situación de
denuncia y de consiguiente búsqueda de alternativas para su propia vida".
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