21 de marzo de 2013

Día contra la Discriminación Racial: las dos caras del deporte

Hoy, 21 de marzo, es el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, que este año se celebra bajo el lema "El racismo y el deporte". Con esta iniciativa, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha querido destacar, por un lado, el preocupante problema del racismo en el deporte y, por otro, el papel que precisamente los deportes pueden desempeñar en la lucha contra la discriminación racial, o cómoel problema puede convertirse en fuente de soluciones.

Los deportes y los derechos humanos comparten muchos valores y objetivos fundamentales. Los principios que sustentan la Carta Olímpica, como la no discriminación y la igualdad, son la base, también, de los derechos humanos. Según la Oficina de las Naciones Unidas sobre el Deporte para el Desarrollo y la Paz, las actividades deportivas bien concebidas, las que incorporan los mejores valores del deporte, la autodisciplina, el respeto al adversario, el juego limpio y el trabajo en equipo, pueden ayudar a integrar a los grupos marginados y enseñar a las personas los valores necesarios para prevenir y resolver tensiones y conflictos sociales. 

En 2001, la Declaración y el Programa de Acción de Durban Documento PDF consagró el firme compromiso de la comunidad internacional para combatir el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas de intolerancia e instó a los Estados a intensificar la lucha contra el racismo en los deportes, en cooperación con las organizaciones intergubernamentales, el Comité Olímpico Internacional y las federaciones deportivas internacionales y regionales. Además, la Carta Internacional de la Educación Física y el Deporte de la UNESCO establece que «todo ser humano tiene el derecho fundamental de acceder a la educación física y al deporte». 

El Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial nos recuerda nuestra responsabilidad colectiva de promover y proteger los ideales de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cuyo primer artículo afirma que «todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos».