19 de diciembre de 2018

Lago de Reflexiones: "En el Día Internacional de las Personas Migrantes"


Ayer, Martes, por la mañana iba de camino al instituto navegando por Twitter, una vez más, y encontré un tweet de Moisés Navarro (@moisnavarro) que decía que era el #DíaDelMigrante y se acompañaba de esta foto.




Entonces, decidí crear un hilo y expresar distintas ideas que vemos como algo natural, habitual, lo tenemos asimilado y no lo vemos como una migración, pero lo es... y creé este hilo que comienza con este tweet:

  
Un día naces en un pueblo, en una provincia, tus padres, hermanos, abuelos, tíos y primos viven ahí. Un día estudias, trabajas, te casas, lo que sea, en una ciudad, otra provincia, tus padres, hermanos, abuelos y primos están diseminados. Eso son migraciones.


Cuando una persona abandona la sierra lucense porque le sienta mal el frío, las lluvias, la humedad, la nieve...
¡Eso son migraciones!


Cuando tus abuelos se mudan a Torrevieja para vivir sus mejores años al sol...
¡Eso son migraciones!


Cuando tu hijo va a buscar trabajo a Londres porque aquí no lo encuentra...
¡Eso son migraciones!


Esos parientes de Argentina que no conoces pero de los que tanto te hablan...
¡Eso son migraciones!


Cada vez que buscas "algo barato" y te recomiendan ir al bazar chino...
Esas personas son migrantes.
¡Eso son migraciones!

Y para terminar el #DíaDelMigrante publiqué este último tweet: 

Hemos sido un país de #migraciones desde los anales de la #Historia.
Ha habido grandes #emigraciones a Sudamérica y Europa.

Como llegadas de #Inmigrantes desde todo el mundo.
Cualquiera debe #acoger a quienes vienen,
como esperamos que nos #acojan cuando vamos.


Ojalá empecemos a ver que las migraciones no son negativas, es más, en España la natalidad es sumamente baja, el rural está sumamente despoblado, las personas que vienen tienen mucho que aportar y como país tenemos mucho que aprender.

Beni Lago Fernández

5 de diciembre de 2018

Lago de reflexiones: "Nuestra Madre Loreto, orgullo nacional"

Navegando por Twitter, como siempre, he sabido de esto que os vengo a contar: la historia de #NuestraMadreLoreto, de la mano de Radio COPE (@COPE) y de Helena Maleno (@HelenaMaleno). Ésta es la historia de un barco pesquero con base en Santa Pola (Alicante) cuyo capitán, Pascual Durá, tuvo a bien rescatar de las gélidas aguas a una docena de migrantes náufragos el viernes 22 de noviembre. Sin mirar para otro lado los subieron al barco y comunicaron el rescate.


Pensemos una cosa, la cubierta del Nuestra Señora del Loreto es suelo español, estas personas habían llegado a España, visto así, pero estaban en el mar, en aguas internacionales. Obviamente a esas personas, seres humanos, no se les puede echar al mar o denegarles el auxilio. Aparte de muchos tratados internacionales y de los DDHH fundamentales está el Código Penal vigente en España. Art. 195: “Quien no socorra a una persona que se encuentre desamparada y en peligro manifiesto y grave, cuando pueda hacerlo sin riesgo propio, ni de terceros, será castigado con pena de multa de 3 a 12 meses.”



El Gobierno de España indica al barco que se dirijan a Libia. Los migrantes comentan que antes de volver a Libia prefieren morir. La desesperación alcanza este nivel, pero no es lo mismo escribirlo que vivirlo. Yo he alcanzado la desesperación de abordar el suicidio en dos ocasiones también por desesperación y no me hago a la idea del sentimiento que ronda a estas personas.

Al barco pesquero de Nuestra Madre Loreto no le dejaban ir a tierra, tampoco tenían víveres suficientes para permanecer en el mar más allá del día 3 de Diciembre, fecha prevista para su regreso a casa, en Santa Pola, en España. Y finalmente, Malta accedió a acoger a los inmigrantes, que ya están en la isla mediterránea.  

Ante situaciones como ésta, paso lo que pase, las tripas gritan:
¡DESOBEDIENCIA! ¡SOLIDARIDAD! ¡VALENTÍA! ¡REBELDÍA!

Porque ningún país debería usar el mar por frontera, ni pretender ponerle puertas al campo, o cortarle a alguien las alas de la esperanza, los sueños y el ansia de futuro. Es un grupo de persona buscando escapar del terror, del miedo, de la tortura y la muerte segura para buscar el modo más honesto y honrado de ganarse la vida, pese a que tengan que empezar de cero, en un país nuevo, en otro continente, con otro clima, otro idioma, otra cultura, sin nada en los bolsillos.

No vienen a robar nada, vienen a compartir, a intercambiar, a aportar... pero para eso tienen que poder llegar. Para eso hace falta atajar el problema de raíz en su país de origen, para eso hace falta que puedan llegar, para eso hace falta una ruta segura, hace falta acabar con las mafias de trata de personas, para eso hace falta que puedan llegar, para eso hace falta que no les tengan más tiempo en el aire, que les dejen cruzar el mar y llegar a tierra.

Nuestra Madre Loreto, un barco del que sentir orgullo nacional.

Beni Lago Fernández