17 de septiembre de 2014

Entre el cous-cous y el turrón.

Existe una corriente de ciudadanos/as argelinos/as que se instalan en Alicante, con su francés de acento árabe. Lideran la compra de casas en la ciudad, donde en lo que va de año han adquirido más de 740 viviendas. Clases medias y altas parten también de Orán -a 12 horas en transbordador de Alicante- para una revisión oftalmológica o en busca de cirugías novedosas. Vienen con mujeres. Y hay muchos profesionales liberales y empresarios. 

En los años sesenta, con el fin del colonismo francés, llegaron a Alicante buscando refugio y se instalaron en La Albufera, donde mezclan el cous-cous con el quiche Lorraine. Una riqueza intercultural que debemos aprovechar  e integrar. 
Kiko Cabanillas.

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