"Nadie está en la calle por gusto, la prostitución es una salida de necesidad. Es esta situación lo que te lleva a probar, lo ves como una vía fácil pero en realidad no lo es", afirma la vicepresidenta de CATS (Comité de Apoyo a las Trabajadoras del Sexo).
Por necesidad económica así como por la marginalidad a la que son relegadas, las mujeres inmigrantes son uno de los colectivos más afectados por la situación de prostitución, muchas veces sin ser conscientes en un principio de las múltiples formas de violencia a las que tendrán que enfrentarse diariamente, ni de lo duras que pueden llegar a ser las condiciones de trabajo, y que en numerosas ocasiones vienen aunadas a la drogadicción.
Además, España es el país con mayor número de consumidores de prostitución de la Unión Europea. Un 39 por ciento de los hombres españoles ha pagado por servicios sexuales según la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituída (APRAP). El gasto diario en prostitución en España ronda los 50 millones de euros, más de 18.000 millones de euros al año. Es sin duda un negocio muy lucrativo. "Hay mucha más competencia de pisos y muchas nos vemos obligadas a salir también a las calles", señala Vanesa, miembro de CATS, quien añade "Es prostituirse y sacar una familia adelante o aguantar hambre y no poder mandar dinero a casa".
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