25 de junio de 2014

La inmigración atrae a nuevas religiones.

Tres millones de personas, más de un siete por ciento de la población, profesan religiones distintas de la católica debido al aumento de la inmigración. Las entidades islámicas se han multiplicado por cuatro en diez años, y las evángelicas se han duplicado. El cambio en el panorama religioso en España se ha traducido en la construcción de decenas de lugares de culto para musulmanes, evangélicos y ortodoxos.

La religión islámica ha pasado de tener 74 entidades religiosas, inscritas en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia, a 406. El aumento es debido al incremento de la inmigración, sobre todo de países como Marruecos, Argelia, Senegal, Mauritania y Pakistán. Sin embargo, sólo reciben ayudas públicas a proyectos culturales y educativos.

La confesión islámica está considerada de "notorio arraigo" y tiene una serie de concesiones otorgadas por el Estado como la exención de algunos impuestos o la validez de matrimonios. Asimismo, denuncian las campañas antiislámicas de algunos medios de comunicación.

La confesión evangélica ha aumentado un 80 por ciento también debido a la inmigración y es también de "notorio arraigo". Sus centros religiosos son lugar de reunión y la financiación corre sobre todo de manos de sus fieles.

El número de entidades religiosas ortodoxas aumentó de 5 a 13 en diez años. Y los templos superan los 40 en toda España. El crecimiento se debe a la inmigración de Rumania, Bulgaria y Rusia.

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