Chema Vera es, desde el año 2012,
director general de Oxfam Intermón en España. Químico Industrial,
entró en el mundo de la Cooperación a través de un voluntariado en
Perú que llevó a convertirse en ingeniero de proyectos. Inició
su carrera profesional dentro de Oxfam Intermón en 1993 como
director de la sede de Madrid y luego se hizo cargo del Departamento
de Campañas y Estudios. Hasta 2012 trabajó en la Secretaría
General Iberoamericana coordinando los Programas de Cooperación de
las Cumbres Iberoamericanas.
Chema
ha estado la pasada semana de visita en Galicia, donde ha dado
charlas en A Coruña y Vigo desgranado la claves de la nueva
iniciativa de la entidad: se trata del programa doméstico,
innovación social que traslada a la España de las desigualdades los aprendizajes del bagaje de Oxfam Intermón en otros continentes. Ecos do Sur es una de las entidades
beneficiarias, y gracias a este programa podremos contratar a profesionales de intervención y fortalecer áreas estratégicas a través del
acompañamiento técnico.
Estos
días estás en Galicia hablando sobre ciudadanía, políticas y
crisis. Es decir, sobre un mundo que cada día suma más pobres y
donde los ricos no dejan de enriquecerse más y más, ¿qué está
pasando?
Hace unos años empezamos a constatar
que en España y en Europa se está produciendo un aumento de las
desigualdades similar al de los países donde estábamos trabajando,
en África o América Latina. No tanto desigualdad entre países como
dentro de cada país. Esto tiene un impacto en la cohesión y la
estabilidad social, ya que se frena la lucha contra la pobreza. El
análisis que hemos hecho sobre España nos muestra un país con
muchas desigualdades.
Eso, a pesar de que a nivel
macroeconómico se habla de salida de la crisis, de creación de
empleo...
No hay informes de ongs ni de bancos
que muestren que esa aparente salida de macroeconómica de la crisis
llegue a la población vulnerable. La salida de la crisis sigue
siendo desigual. Hay que tener en cuenta que en España hay 700.000
familias sin nigún ingreso, y también la precarización de los
trabajadores: hoy en día, tener un empleo ya no garantiza salir de
la exclusión. Nos estamos convirtiendo en una sociedad dual, como
son las de América Latina en las que trabajamos. Otro tema
importante es el impacto sobre la fiscalidad. Hace 20 años
hablábamos de los dictadores africanos y latinoamericanos y hoy son
las multinacionales que desvían a paraísos fiscales: el efecto
sobre el centro de salud que te atiende, sobre las políticas públicas, es el mismo.
Precariedad, fraude fiscal... y en todo
este contexto, recortes.
De ahí precisamente surge nuestro
programa doméstico, cuando vemos que las políticas de austeridad
que se están aplicando aquí siguen los mismos principios que los
planes de ajuste estructural que se introdujeron en América Latina
en los años 80, y que están teniendo las mismas consecuencias sobre
las políticas públicas, con gran impacto sobre la población
vulnerable.
Proponéis trasladar a España el modelo
de trabajo que tiene Oxfam en países de lo que se conocía como 'el
Tercer Mundo' ¿cómo haréis este viaje?
El programa doméstico es una casa que
hemos empezado sobre el tejado, algo raro para Oxfam Intermón, que siempre
empezamos a partir de la comunidad y desde ahí construimos
influencia política. En este caso, hace cuatro o cinco años
empezamos a sumar a nuestros análisis la situación española y
europea. Desde el inicio tuvimos claro que no íbamos a operar
directamente sobre esta situación, sino a través de organizaciones
enraizadas en la intervención a nivel local, sabiendo además que el
tejido de acción social en España ha sufrido mucho por doble
motivo: el descenso de las subvenciones y la desaparición de la obra
social de las cajas. Además, mantenemos nuestras líneas
principales, y apoyaremos a organizaciones que trabajan en el ámbito
de la violencia contra la mujer y el de los refugiados/as y
migraciones.
¿En qué consiste el programa?
Nace con la voluntad humilde de
respaldar a este tejido, en dos aspectos: por una parte, apoyo
económico. Por la otra, y es la vocación de la idea, fortalecer a
la entidades con apoyo técnico y formación en lo que ellas
requieran: finanzas, marketing, etc. También hay una tercera pata,
que es la del apoyo puntual con nuestra presencia pública si la
entidad está pasando por una dificultad concreta que pueda
requerirlo. No se trata de un programa destinado a seguir creciendo,
pero sí a generar redes de colaboración entre entidades, incluso a
nivel internacional, poniendo en contacto a organizaciones que
trabajan en los mismos ámbitos para que puedan aprender mutuamente.
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