Ante la terrible situación de los atentados en París y los posteriores ataques a mezquitas, y la alarma que se está generando con respecto a las personas refugiadas, queremos hacer una llamada a la calma y la objetividad.
Nuestro corazón está con las víctimas: con Francia y también con las miles de personas que tienen que huir de Siria por la barbarie terrorista. Creemos que es el momento de apostar decididamente por construir convivencia y tender puentes de solidaridad en el mundo, ya que nos encontramos ante un problema que a todos/as nos amenaza. Es ahora cuando debemos, con rigor, recordar que los Derechos Humanos Fundamentales deben ser nuestra guía y nuestra meta.
Kiko Cabanillas
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