Italia rescató la pasada semana a 3.500 inmigrantes en varios puntos del Mediterráneo y amenaza a la UE con deducir de su aportación el gasto de los salvamentos. Frágiles embarcaciones fueron rescatadas y trasladaron a los recien llegados a diversdos puntos de la costa de Sicilia.
El remolcador Asso 25 socorría a unas 1.500 personas y un barco de pesca ayudaba a otras 250. Asimismo, el buque de las Marina Libra socorrió a 450 personas. Ya de noche fue la nave San Giorgio la que salvó a 200 inmigrantes cerca de la isla de Lampedusa, siendo la mayoría de los naúfragos de origen eritreo.
A Puerto Empedocle, en Sicilia, llegaron dos barcos, el patrullero Peluso con 307 personas de origen sirio, y el Euro de la Marina con otras 531 personas, de las que 121 son mujeres, cuatro de ellas embarazadas y 42 menores.
El Gobierno italiano estima que 39.000 personas han llegado a sus costas en lo que va de año. La guerra de Siria y la inestabilidad política de Egipto son la causa de este aumento. Por estos motivos Italia ha exigido a la UE ayuda pues "Italia no puede estar siempre sóla", según Ángelo Bargnasco, presidente de la Conferencia Episcopal, quien dijo también que Europa es "la casa común".
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