Más de 1.000 personas, divididas en dos grupos, intentaron saltar la valla de Melilla esta semana para acceder así a territorio español: 500 lograron su cometido Y entonces se dirigieron al CETI (Centro de Estancia Temporal del Inmigrante), que cuatriplica ya su capacidad (480). Allí se les administraron tiendas de campaña y comida así como la atención de la Cruz Roja, en un hospital provisional en el que se les atendió de heridas, cortes y magulladuras -muchas de ellos provocadas por las asépticas concertinas.
El acceso más numeroso de la historia, a la altura del río Nano y el paso fronterizo de Mariguari, se llevó a cabo por malienses mayoritariamente. El Gobierno no tardó en pasarle la pelota a la UE, si bien nada se habló de integración ni de cooperación internacional. Un auténtico drama cuya solución parece alejarse más.
Kiko Cabanillas.
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