Según el Anuario de la Inmigración en España 2013 de la Fundación Ortega y Gasset-Gregorio Marañón, titulado "La inmigración y crisis: entre la continuidad y el cambio", el paro ha golpeado a los inmigrantes menores de 35 años. Desde que comenzó la crisis y hasta lo que llevamos de año, aproximadamente 900.000 inmigrantes han perdido sus puestos de trabajo, afectando sobre todo a la construcción y la industria.
Este estudio constata un creciente envejecimiento de la población inmigrante, que además es bastante más femenina.Colombia, Ecuador y Bolivia son los principales destinos de las remesas de inmigrantes enviadas desde España. Los trabajadores inmigrantes son, pues, mayores y están más cualificados. Y el desempleo se ha cebado sobre todo con los empleos que requieren menos formación.
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