Existe una relación, según muchos expertos, entre el número de mujeres con problemática de consumo abusivo de
alcohol y otras drogas y el fracaso de su proyecto
migratorio o las dificultades sufridas en el proceso de inserción social, a lo
que se añaden todos aquellos indicadores de desigualdad por el hecho de
pertenecer la población femenina.
Muchas de ellas
cuentan con una cualificación formativa y profesional elevada. Sin
embargo, son mujeres e inmigrantes, por lo que muchas veces no se les ofrece otro empleo que el servicio doméstico. Además tienen dificultades para homologar
sus carreras universitarias en España.
Las personas más jóvenes
mantienen un consumo de drogas más ligado con la adaptación a las pautas
culturales del país de llegada, mientras que los mayores consumen
abusivamente en entornos de desestructuración generados por un proyecto
migratorio dificultoso. Una población delicada es la de jóvenes
extranjeros que llegan aquí por reagrupación familiar y que se encuentran sin referentes sociales.
Kiko Cabanillas.
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