Este verano serán deportados más de 44.000 indocumentados en EEUU, unos 1.200 cada día. Si bien el Senado ya aprobó un plan que incluye una vía de legalización para millones de inmigrantes sin papeles, no ha habido ninguna acción definitiva en la Cámara sobre la reforma migratoria.
Durante el año fiscal 2012, el número de expulsados alcanzó los 490.849, la cifra más alta de la historia. Según organizaciones nacionales, entre seis y siete de cada diez expulsados por el gobierno no tenían antecedentes criminales serios que pusieran en riesgo la seguridad nacional de Estados Unidos. El gobierno de Obama deporta diariamente a 1.122 inmigrantes indocumentados.
Cabe, pues, preguntarse hasta qué punto la imagen de demócrata sensible al problema de la inmigración que representa Obama no es más que la fantasía de un político que se deja modular por los poderosos sectores más conservadores. Cuando la Cámara tome cartas en el asunto, cambiaremos de opinión.
Kiko Cabanillas.
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