La defición de 'inmigrar' es llegar a un país para establecerse en él los naturales de otro, formando nuevas colonias o viviendo en las ya formadas por motivos políticos, económicos o sociales, adaptándose a la nueva situación. "Emigrar es desaparecer para después renacer". Desde antiguo ha existido literatura al respecto, desde la Biblia, pasando por los textos de la antigüedad griega o latina, hasta la época presente.
La presencia de los fenómenos migratorios en los textos literarios se ha ido acrecentando, convirtiéndose los escritores en testigos cualificados, en manos de los cuales realidad y ficción se hacen compañeras. Algunas propuestas de la literatura inmigrante son: Ángel Vázquez, "La vida perra de Juanita Narboni"; Jorge Semprun, "Viviré con su nombre, morirá con el mío"; Mahi Binebine, "La patera"; Edwidge Danticat, "¿Krik? ¡Krak!"; Ariel Dofman, "Rumbo al Sur, deseando el Norte"; Zoé Valdes, "Milagro en Miami"; o Julia Álvarez, "De cómo las chicas García perdieron su acento", entre otros.
Kiko Cabanillas.