En España los problemas de salud de las poblaciones inmigradas son similares a los de la población autóctona, predominando infecciones respiratorias, los síndromes depresivos y los dolores lumbares. Entre los adolescentes las enfermedades odontológicas, respiratorias y cutáneas, debido a la ausencia de adecuada higiene.
Entre inmigrantes subsaharianos indocumentados, la fiebre, el prurito, la eosinofilia, la visceromegalia y la anemia fueron más frecuentes.. Y entre los latinoamericanos la filariasis, mañaria y parasitosis.
Respecto a la infección por VIH se ha demostrado que la infección es autóctona de España, y no está condicionada por la inmigración.
Los profesionales sanitarios españoles están mal preparados para adaptarse a los rápidos cambios demográficos de la inmigración, atendiendo a la cultutra, la raza y otros factores étnicos, donde además la comunicación con el paciente no es fácil.
Si bien la tuberculosis en algunos de estos colectivos es superior a la de la población española, ya que la situación irregular y las condiciones higiénico-sanitarias suponen un verdaero riesgo para la salud de los inmigrantes. Y hay que tener presentes las enfermedades endémicas de las áreas de procedencia.
La ONGD Ecos do Sur ha desarrollado una importante labor en la detección precoz de tuberculosis y VIH, derivando las infecciones detectadas a los servicios públicos de salud, con los cuales tenemos una estrecha colaboración, para ser tratadas precozmente y ahorrar, con ello, recursos en materia de salud pública.
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