“De la forma más
opaca y menos transparente que podáis imaginar, según mi propia experiencia. Se
publica una partida presupuestaria, de modo que el gobierno, el que sea, queda bien
y parece muy bueno. Pero luego se publica una Orden, un Decreto, o un
Reglamento por el que se regulan las ayudas sociales equis.
Nunca llega a estar
claro el colectivo social al que está destinado, nunca se establece de forma
directa quién puede y quién no puede pedirlo, si existe alguna forma rebuscada
de limitar la cantidad de colectivos vulnerables que puedan acceder ya se
encargan ellos de hacerlo, por medio de porcentajes, números, el dichoso IPREM
de las narices, eso que hace que a veces otra ayuda social resulte
incompatible, etc.
La descripción del
proceso se redacta de una forma muy jurídica, de modo que no queda nada claro
qué hacer, ni cómo hacerlo, e involucrarán a más de una administración que,
teniendo en cuenta que no trabajan transversalmente, obligarán a la persona
solicitante a solicitar en varios lugares varios certificados, documentos y
papeles que lo entretendrán hasta el punto máximo y límite del proceso.
Llegado el caso las
administraciones admitirán cierta cantidad de solicitudes, a otras muchas les
dirán que no les pueden aceptar la solicitud porque falta algo, porque algo que
ha presentado no se corresponde con la definición imprecisa que ellos mismos
han expuesto en su pliego de condiciones.
Una vez que a unos se
les ha aceptado, a otros denegado, a otros cuántos los habrán dejado fuera
porque su propia pobreza y situación de exclusión social les impedirá enterarse
de la ayuda dentro del plazo y tiempo, o, como en la última de la ayuda pública del alquiler de la vivienda, en la que han implicado al propietario. Muchos
propietarios se han negado a apoyar la solicitud. Sea cual sea la
ayuda, hemos pasado de que el gobierno anunciase 20 millones de euros para
ayudas sociales, a que un 25% de las personas destinatarias hagan su solicitud
con cierta corrección, a alguna todavía le requerirán en el plazo de 30 a 60
días siguientes alguna enmienda burocrática, para lo cual contarán con 10 días
hábiles en el mejor de los casos, a veces naturales, desde la recepción de la
notificación.
¿Qué tenemos? Tenemos
que de 20 millones de ayudas sociales se van a destinar a la población una
realidad de 250.000 euros en el mejor de los casos. O menos. De lo anunciado a
lo invertido se han comido un 97'5% que no ha llegado a nadie. Pero nos han
vendido el humo y la falacia de que iban a invertir 20 millones en ayudas
sociales.
Da igual qué gobierno
sea, da igual el color del partido, estamos antes una estrategia que es similar
en todos los casos. Y los Servicios Sociales pagan el plato roto, ¿por qué? Por
algo tan simple como que se saturan de trabajo y tareas, hay personas que no
sólo son destinatarias reales de esas ayudas, y algunas se enterarán, es que no
van a ser quienes de apañarse con todos los trámites por sí mismas. Esas
personas necesitan de una ayuda y colaboración altruista y voluntariosa de
alguien ducto en la materia. Ahí entran las Trabajadoras Sociales, los
Educadores Sociales, los Integradores, Sociales, el voluntariado y los
colaboradores de las ONG's, etc.
Y pocas, algunas
pocas, personas que somos autónomas y nos defendemos ante esta zancadilla
burocrática que nos ponen continuamente. Zancadilla donde muchos colectivos
sociales vulnerables se van a ver muy afectados e impedidos para llevar a cabo
el proceso completo. Así ejercen la aporofobia institucional las
administraciones”.
Beni Lago Fernández
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