El Gobierno de Rajoy pagará 1.600 euros a los inmigrantes irregulares a cambio de que abandonen el país. Bajo el lema "Para una integración positiva en el país de origen", España quiere deshacerse de los inmigrantes indocumentados, incluidos los solicitantes de asilo y los menores no acompañados. Este programa está financiado en un 75% por el Fondo Europeo de Retorno y el Gobierno de España destina entre 2,4 y 6,9 millones de euros para programas de retorno voluntario de personas inmigrantes.
Esta oferta está especialmente indicada para marroquíes y africanos, debido a que los 1.600 euros que el Gobierno ofrece apenas cubre el costo de trasportre para los indocumentados de América Latina. Con el fin de garantizar las condiciones para el éxito de este proyecto, el grupo parlamentario del Partido Popular se manifestó en contra de la ayuda médica gratuita a los inmigrantes irregulares. "España no se puede convertir en un lugar donde se ofrezca a los extranjeros el gratis total", declararon fuentes del PP.
Pero esta iniciativa se olvida de la integración del extranjero en España con una técnica quirurjica consistente en pagarles para que no causen problemas con su permanencia en nuestro país. Pero dónde quedan la ética y los derechos humanos. Lo que debemos es integrarlos y regularizarlos en España, dando por entendido que si han abandonado su país no es por gusto sino porque la situación económica o política se lo ha exigido así. Pero sin duda esta manipulación es eficaz, pues está claro que a los pobres se les conquista con el dinero. Y para incentivar esta aberrante medida se les indica que caso de no aceptarla ya no podrán ser atendidos en los hospitales, para que así se animen a largarse.
Otra cuestión diferente es potenciar el codesarrollo desde España para que los naturales de países en desarrollo tengan la posibilidad de alimentar a sus familias sin necesidad de emigrar. ¡Pero no echándolos bajo talón, por dios!.
Kiko Cabanillas.
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