Para los especialistas que trabajan en el sector de la sexualidad desde una perspectiva de interculturalidad hay una apreciación que resulta común: las mujeres inmigrantes son uno de los colectivos que necesita mayor asistencia en este sentido. Para la sexóloga Belén Carmona, ellas "se encuentran en situación de precariedad y les es difícil acceder a los servicios sanitarios y asistenciales, así como a la píldora poscoital". Para abundar en la importancia de educar e informar a este colectivo, puede señalarse que, si en 2001 las mujeres inmigrantes representaban el 36 por ciento de las interrupciones del embarazo, en 2006 la cifra representaba ya el 50 por ciento.
Pese a que se organizan talleres explicativos sobre sexualidad para las mujeres inmigrantes, para esta especialista "normalmente es difícil que compaginen los talleres con sus jornadas laborales; además, el cuidado de sus familias no les deja mucho tiempo para ello". Además, "siguen teniendo difícil el placer en la relación sexual, por el modelo de sexualidad antiguo en el que muchas siguen siendo educadas, basado en el placer masculino que olvida las necesidades femeninas" y pretende controlar el cuerpo de las mujeres.
Más talleres e iniciativas formativas y educativas se hacen necesarios para que la sexualidad desconozca las barreras culturales y geográficas y para que, tanto entre los inmigrantes como en su interacción con la sociedad de acogida, se viva la sexualidad como una placentera experiencia humana.
Kiko Cabanillas.