La mitad de los inmigrantes sufre depresión o ansiedad a los dos años de su llegada. Padecen más del doble de estos problemas que los españoles, y en parte se debe a que no se sienten integrados en la sociedad.
Según el Congreso de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, donde se han reunido 7.000 médicos, uno de los primeros problemas que tienen los inmigrantes "aparentemente sanos" a su llegada es de "comunicación", no sólo por hablar un idioma distinto sino porque expresan los síntomas de otra manera.
En este encuentro se llamó la atención sobre la necesaria adecuación de los servicios sanitarios para atender a los inmigrantes, ya que en el 40 por ciento de los pacientes del centro de salud son de otros países. Asimismo, el vicepresidente de la citada sociedad señaló la "terrible incidencia de la aparición de transtornos psíquicos" en los inmigrantes, ya que el 50 por ciento de ellos sufre problemas de salud mental. Entre un 25 por ciento y un 30 por ciento sufre ansiedad y más de un 30 por ciento, depresión.
Una patología casi exclusiva de los inmigrantes es el Síndrome de Ulises, que se da cuando ven que no están integrados en la sociedad que han elegido para vivir. Los síntomas son estrés crónico, soledad, sentimiento de fracaso, miedo y hacinamiento.
Kiko Cabanillas.