El papel del voluntariado en el siglo XXI fue analizado en el Congreso desarrollado en Bilbao a finales de noviembre del 2012. Una de las conclusiones destaca que la crisis y sus efectos sociales están dejando a muchas personas en una situación realmente precaria, no sólo en el empleo, sino en salud, educación y servicios sociales.
"El bienestar representa el compromiso esencial de afrontar y resolver colectivamente", fue otro de los principios mantenidos durante el encuentro.Y para esto es necesario el cambio en las relaciones laborales, en política social y de dependencia y en situaciones más extremas de pobreza y exclusión. Uno de los objetivos del encuentro fue poner las bases para el voluntariado en el futuro, desde el punto de vista de que el primer reto del voluntariado es recuperar el músculo social, ya que su pérdida nos está abocando a una crisis social.
Así, quedaron establecidos tres componentes de la lógica del voluntariado: la donación en reciprocidad, los intangibles sociales y la comunidad. Las iniciativas sociales solidarias del voluntariado deben ser tratadas como una forma de acción colectiva en el campo del bienestar, ya que el individuo sin el otro es incapaz de reconocerse como tal persona.
Así, quedaron establecidos tres componentes de la lógica del voluntariado: la donación en reciprocidad, los intangibles sociales y la comunidad. Las iniciativas sociales solidarias del voluntariado deben ser tratadas como una forma de acción colectiva en el campo del bienestar, ya que el individuo sin el otro es incapaz de reconocerse como tal persona.
Hace falta, pues, un nuevo liderazgo ético que nos saque de la lógica instrumental y de los artefactos como subterfugio de la creación humana, en la que se ha estancado la política.