Asistimos en los últimos días a una verdadera tragedia humanitaria que involucra a Marruecos, España y las personas procedentes del África subsahariana que pretenden encontrar un futuro en Europa. Los medios de comunicación alternativos hablan de matanza de inmigrantes en las fronteras con Melilla, por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes, algo que, de ser cierto, está siendo totalmente silenciado por la prensa de este país. Al tiempo, se acusa al Gobierno español de violar la legislación española al entregar a los inmigrantes de la Isla de Tierra a Marruecos.
"España y la UE delegan el control de sus fronteras externas a terceros países, sin preocuparse de los métodos empleados para llevar a cabo sus órdenes", señala un informe de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA).
De hecho el 6 de julio de 2006 el Gobierno español, de Zapatero, aprobó una partida de 10,5 millones de euros de ayuda a Marruecos para control de fronteras, sin imponer ninguna condición relativa a los derechos humanos.
Isla de Tierra.
Asimismo, la entrega de 73 personas inmigrantes -excepto madres y menores- que permanecían en la Isla de Tierra, a las autoridades marroquíes, supone una vulneración de la Ley de Extranjería y la consiguiente violación de los derechos reconocidos en la misma, al ser esta isla territorio español.
Presuntamente, se han omitido derechos como el estudio de cada caso de forma individual, garantías, presencia de un intérprete, información sobre la posibilidad de asilo y tutela judicial . Y todo esto ocurre porque estamos tan acostumbrados al dolor, las enfermedades y el hambre que subren muchos subsaharianos, que ya no nos llama la atención y por lo tanto no hacemos nada para impedirlo. ¿Derechos fundamentales para los negros?, ¡venga!.
Kiko Cabanillas.