La tensión se vivió estos días en el barrio madrileño de Lavapies, donde la detención de un inmigrante que practicaba la venta ambulante acabó con disturbios entre la comunidad africana del barrio y los agentes de policía, que incluso efectuaron disparos al aire.
En los momentos posteriores a la intervención policial se produjeron enfrentamientos entre grupos de inmigrantes residentes en el barrio y los agentes allí desplegados. Posteriormente decenas de policías municipales que acudieron al lugar de los hechos a ayudar a sus compañeros fueron objeto de reproches de los vecinos por haber realizado disparos al aire. ¿Era necesario abrir fuego para disuadir a trabajadores indefensos y desarmados, muchos de ellos en situación irregular, que solamente tratan de conseguir de comida vendiendo en la calle sus productos?
En el grupo de vecinos que se concentraron en Lavapies para manifestar su desaprobación al comportamiento de las fuerzas del orden, personas de los más diversos orígenes y vecinos ya nacidos en el barrio compartieron su malestar por la actuación de unos agentes que, según decían "deberían dedicarse a otros menesteres".
Kiko Cabanillas.
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