Debido a que el padre tras un despìdo laboral no pudo renovar la tarjeta sanitaria, la nigeriana Raachel, de un año y un mes, falleció en el hospital Uboldo di Chernusco presumiblemente por no haber sido atendida a tiempo por problemas burocráticos.
Cuando a Raachel se le denegó el ingreso, presentando vómitos y fiebre, un grupo de médicos llamó a los Carabinieri que finalmente ingresaron a la menor el mismo día que fallecía.
Ahora la autopsia y las investigaciones de los padres determinarán si esta muerte se pudo haber evitado.
La catastrófica organización de los centros de internamiento y el apartamiento de los derechos sanitarios y laborales, negándoles los permisos de residencia y trabajo, hacen que los inmigrantes vivan en Italia en una auténtica psicosis que les lleva a temer que si acuden a un hospital podrán ser inmediatamente denunciados y expulsados del país.
Kiko Cabanillas.
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